PAULA PUERTA. PERIODISTA Y ESCRITORA

Efectivamente es andaluza. Sus rasgos faciales dejan entrever los más bellos de las mujeres beréberes. Espontáneamente habla con las manos, con los ojos y no masculla, sonríe y ríe. Inadvertidamente, inconsciente, guarda intenciones con su mirada. Digo yo, que cuando alguien no lo dice todo en la primera conversación, es porque su naturaleza regala la cúspide del iceberg.

Afincada en Sevilla, Paula Puerta, me atrevo a especular, es una ciudadana del mundo.

Periodista, escritora, mujer, madre y aficionada a la egiptología, más, sin duda, otra facetas que desconozco. Todo ello, que no es poco, me hace entender que merece la pena conocerla en profundidad.

Suelo aconsejar antes de enfrentarse a la lectura, saber un poco del autor, en este caso en femenino; esto es lo que intento ofrecer con esta breve entrevista. No olvide que la primera frase de un escrito elegido para navegar por la fantasía es de suma importancia.

Teclas rotas de marfil: Si algo sabemos cuando nacemos es que, aunque no sepamos cómo, cuándo ni por qué, algún día hemos de morir

Pieles mudadas: Huele a chocolate caliente. A un chocolate 100% cacao. Huele a ese manjar, pero también a un perfume dulzón de mujer y a talco.   

Ha vivido durante años en El Cairo, ¿qué influencia tiene para el público femenino egipcio la literatura o la prensa?

Soy una egiptóloga aficionada, pero como es lógico mi interés recae especialmente sobre la civilización antigua. No obstante, sigo de cerca las noticias de actualidad de ese país y me consta que existe una nueva generación de mujeres que comienzan a hacerse un hueco en el panorama cultural e intelectual del país. Mujeres que ya han tenido la oportunidad de salir fuera, de estudiar y de tener acceso a la cultura en un sentido más amplio. Como suele suceder en una generación que sale de la opresión, están ávidas de aprendizaje, de hacerse un hueco. Son mujeres potentes, con una gran influencia en la obra literaria actual egipcia, en su mayoría muy crítica con la sociedad que les ha tocado vivir. 

¿Una escritora tiene más tirón comercial entre el público femenino, es indiferente o carecemos de datos?

Creo que el tirón no es una cuestión de sexo sino de un cúmulo de aspectos. Tu público lo determina tu edad, tu sexo, las historias que cuentas y el tipo de literatura que haces. Creo que hay autoras como las de literatura juvenil o las de novela romántica que sí tienen más tirón entre las mujeres, pero luego hay otras autoras que son leídas por hombres y por mujeres indistintamente. El tirón es algo complejo en el que también interviene el carisma del autor en mi opinión. 

Ha publicado dos novelas, a saber, Teclas rotas de marfil y Pieles mudadas. ¿Con cuál de ellas ha disfrutado más?

He disfrutado con las dos. Cada una tuvo su momento y tuvo su proceso. El proceso creativo, en mi caso al menos, comienza antes de escribir cuando la historia comienza a rumiar en tu cabeza. Comienzan unas anotaciones sin sentido y por las noches antes de dormir las ideas se agolpan hasta el punto que tienes que salir de la cama y ponerte a apuntar esas ideas. Todo va en aumento hasta que un día, como si fuera un exorcismo, tienes que echar fuera todo lo que se te ha ido metiendo por dentro. Es una auténtica paranoia, pero algo único. La creatividad es un regalo para quien la tiene y quien puede expresarla. 

La primera novela tuvo que ver más con la tristeza y la segunda con el amor. En ambos casos disfruté mucho porque escribí, lo he dicho muchas veces, dos novelas que yo habría querido leer. 

¿El planteamiento de sus novelas, el nudo y el desenlace están estudiados o van mutando al tiempo que escribe?

Mi escritura es muy improvisada. Me dejo llevar. Nada de esquemas. Una vez oí a Eduardo Mendoza decir que él escribía sus novelas para ver cómo terminaban. Yo hago lo mismo. Dejo que fluyan hasta llegar al final. 

Cuál de ellas es más realista. 

El realismo no creo que sea un rasgo característico de ninguna de ellas. Creo que son historias en el fondo poéticas. 

Dicen las malas lenguas que los periodistas son escritores frustrados, en su caso dónde halla más dificultad. Dónde se encuentra más cómoda.

Un periodista a fin de cuentas tiene mucho de escritor y un escritor también hace muchas labores periodísticas en la elaboración de una novela. No creo en lo que suelen decir las malas lenguas en general y en este caso aún menos cuando las palabras escritor y periodista no tienen cabida en una frase que incluya la palabra frustración. 

Cuál es el campo del periodismo por el que se siente más atraída. 

El periodismo local. Será que me gustan los retos que es el tipo de periodismo con el que más disfruto. Pocos medios, muchas noticias que cubrir, un compañerismo brutal -no queda otra- la perspicacia a 1000. Prefiero ese periodismo de calle, que uno donde impere la comodidad de un sillón o el poder al descolgar un teléfono. 

Imagino que igual que a cualquiera, se le ha caído un libro de las manos. ¿Qué recomendarías cuando sucede?

Soy tremendamente supersticiosa. Lo recojo, pero pospongo su lectura

¿Cómo adjetivaría los programas de prensa rosa, del corazón?

Como programas de entretenimiento. El periodismo rosa, en mi opinión, es un tipo de periodismo como otro cualquiera siempre y cuando impere el rigor informativo. Una cualidad que creo indispensable en cualquier tipo de periodismo que se trate. Los programas de corazón son productos dirigidos a un público que los consume, que los demanda. Yo no tendría ningún pudor o problema en hacer prensa del corazón o en trabajar en un programa de este tipo. Diría un sí tan rotundo como si me llamaran para hacer un informativo. 

¿Podría escribir al alimón como lo hace Carmen Mola?

Me gusta Carmen Mola. No podría, si pudiera hacerlo lo haría. De hecho, ya quisiera yo escribir lo que escriben ellos. Tengo que reconocer que cuando comencé a leer la primera novela de Mola, fantaseaba con el hecho de que esa historia tan sórdida la escribía una señora después de venir del mercado con su carrito de la compra. Fantaseaba con la autora y eso añadía un plus de interés. Cuando me enteré de la identidad de la escritora de moda me sentí un poco decepcionada, pero luego pensé que no tenía derecho a sentir esa decepción que tenía más que ver con mis expectativas que con los autores. Ahora defiendo que el hecho de que sean guionistas profesionales no les resta mérito alguno. Han escrito las mejores novelas negras de esta década y de eso no me cabe la menor duda. Son todo un fenómeno. 

En caso de hacerlo elegiría una mujer, un hombre o le resultaría indiferente.

Indiferente. 

¿Más allá del ensayo, está España preparada para leer novela sobre su propia actualidad?

No lo creo. España está sumida en una situación profundamente compleja. Estamos preparados para leer entretenimiento, ficción. No podemos leer lo que ya nos llega por todas partes: prensa, televisión, radio, redes sociales. La sociedad está terriblemente expuesta y esta es la causa de la apatía que justifica la falta de interés en este sentido. 

¿Tiene la literatura española alguna asignatura pendiente?

No. La literatura está en paz con todos. Si te paras a pensar todos los autores que han merecido la pena han tenido su lugar antes o después. El problema está en no saber encajar que la literatura tiene que avanzar con los tiempos, que todo pasa incluso la actualidad de algunas obras por muy magistrales que sean. La literatura no puede estar en deuda con un país que tiene talento a raudales y cuando no puede haber sitio para todos.  Ahora mismo se escribe más que se publica y eso no es un problema que tenga que ver con la literatura. 

¿Los hijos predilectos son los últimos?

Siempre. Como no mimar a quienes mantienen el negocio. No podemos olvidar que eso que llamamos literatura es un negocio que mueve mucho dinero al año. No se le puede pedir a Cervantes que venda lo mismo que un autor de best seller del siglo XXI, como no se puede mimar a quien te está manteniendo el negocio de la misma manera a quien ya no lee nadie. Es algo que puede parecer triste, pero que en realidad no es más que algo normal que tenemos que ver con naturalidad. Todo llega, todo pasa. Esta es la vida y esta es la literatura. Bienvenidos al show. 

¿Qué ventajas e inconvenientes tiene la autoedición?

Las ventajas residen en la libertad de decisiones, de los tiempos y en la toma de decisiones sin consensuar con nadie. Las desventajas son todo lo demás: menos promoción, menos dinero, menos ayuda, menos prenda, más desorientación. Son dos opciones que existen con sus luces y sus sombras. 

¿Se puede vivir con la distribución de una novela en redes?

Yo no he podido. No sé el resto. Eso sí, no he podido, pero tampoco lo he pretendido lo que me da cierta ventaja. 

¿Es el escritor un artista?

Si nos atenemos a la propia definición de arte, sí. Sí lo es. 

¿Para ser artista hay que engordar el ego?

Para ser artista hay que crear arte, una obra. Para que esa obra sea considerada como tal tiene que ser reconocida y es aquí donde entre el ego en juego. El reconocimiento como la adulación es tremendamente adictiva y es lo que alimenta ese ego, ese mal compañero de camino que no te deja ver la realidad como es y no hay nada pero que ir dando palos de ciego. Yo el ego lo tengo a raya, será porque no he tenido suficiente éxito, pero sea como fuere prefiero ser modesta. Una artista modesta es mejor que un artista ególatra, ¿no te parece? 

Es más artista el que se lo cree y lo lleva como estandarte o aquel que es tildado de ello por los demás.

Creer que uno es algo a veces lo convierte en realidad, pero no sabría contestar a esta pregunta.Artista es una palabra muy grande que no creo que le quede bien a todo el mundo. 

¿Qué libro está leyendo ahora?

Por supuesto, el último de Carmen Mola 

¿Pasado el tiempo se ha autocensurado alguna vez?

Sí, muchas veces. Soy mi peor crítica. 

¿Manuscribir o teclado?

Teclado. He perdido la bonita costumbre de escribir a mano. 

¿Tiene libros prohibidos?

Eso nunca. 

Si tuviera que hacer un comentario de texto entre la Biblia, el Torá o el Corán, ¿cuál elegiría?

Estaría encantada de hacer cualquiera de los tres. A fin de cuentas, son libros que hablan de distinta forma de lo mismo: del amor y de la fe. Son libros llenos de sabiduría y de una alta complejidad. 

¿Qué gesta humana está por escribir?

Esta es una pregunta complicada cuando vivimos en la sociedad de la inmediatez. Se escribe de todo al instante, de manera simultánea a los hechos. Creo que el problema es que la gesta humana está aún por suceder. 

¿Qué libro ha leído más de una vez?

La historiadora, Los pilares de la tierra o la Insoportable levedad del ser. He repetido lecturas muchas veces. 

Para estar informada, ¿qué prefiere radio, prensa, tv…?

Prensa. No consumo apenas televisión. También estoy al tanto de lo que sucede a través de las redes sociales, pero siempre con cautela. Cuando algo sucede siempre termino tirando de la prensa para cotejar. 

En lo social y cultural cuál piensa que es el futuro inmediato de Andalucía…

Creo que no van a haber grandes cambios en estos aspectos. A Andalucía si le sobra algo es talento, pero estamos en tiempos muy convulsos en los que priorizar es esencial. No creo que vayan a suceder hechos extraordinarios en este sentido que nos hagan sobresalir con respecto de los demás. 

¿Qué atributos debe tener un compañero de viaje?

Yo tengo el mejor compañero para mi viaje. Así es que puedo decir que, en mi caso, el sentido del humor, la lealtad y la bondad son los atributos que lo han convertido en único. La bondad es el rasgo más sexy que se puede tener, además de inteligencia que doy por sentado. 

¿Qué opina de la famosa frase: El inglés para cantar, el francés para el amor y el español para hablar con Dios?

Es la primera vez que la oigo. La usare, no le quepa duda, en mis redes sociales porque es estupenda. Creo que cualquier idioma es bueno para hablar de esas tres cosas. 

Entrevista y texto: José Miguel Molero Cid

Fotografías: Rafael Galán